marco augusto

Cuatro gotitas de vida

En esta fría noche,

la vida me oprime,

 el sortilegio

de su nombre evoco,

se acongojan mis cansados ojos.

se corona su recuerdo

y se cuela

entre mis agitadas sabanas,

el perpetuo remolino

de sus labios rojos.

Su eterna ausencia me consume,

mientras vuelven a pasearse

 por mis penados dedos,

lo suave de sus firmes pechos,

El reloj se detiene,

un sudor quejoso galopa por mis venas,

mis cansados parpados se resisten,

y solo pido al cielo,

cuatro gotitas de vida,

sin que me torture la bella e inmortal

poesía vivida.