Si puede el querer
ser el infierno que nos quema,
y seguimos sentenciados,
simplemente;
tal vez no fuera conveniente
en este mundo de ahora
(vano, poco indulgente);
mantener vivo lo que queda
en la caja de Pandora.
Pero tal vez no fueras, en mí,
-sueño insolente-
un impúdico bebiendo
miel revuelto en pétalos;
mordiendo la belleza de los días,
tragando el fuego de los besos:
‘furia de animal en agonía’
Y sobre el vientre rondarías
-Ebrio, deliciado, inclemente-
Derramando, oh locura,
tu sombra sobre las cosas;
susurrando dócilmente:
‘El huracán se funde
sobre el mar de mariposas’.
Y en el averno que nos quema,
vamos ‘locos- moribundos’,
Abriendo fieramente
lo que es posible ahora;
Usurpando lo que queda
en la caja de Pandora.
(Socorro Maria Lopes)