Sammantha

ColisiĆ³n

Decir te amo no es una costumbre de sonidos.

Es la exigencia de mi cuerpo.

Decir que te amo es la tromba de reacciones en el pecho.

Cuando te toco,

como cuando toda esa sustancia excitante expirando de tus poros me hace sentir el amor que te siento.

Como cuando todas esas líneas infinitas e imperfectas en las formas de tu rostro

alinean mi retina.

 

Decir imperfección, es decir que caos es estabilidad oculta.

 

Decir que te amo es querer medir un espacio sin escalas.

 

Entonces...

Amarte...

Es pasar por tu silencio y sobre la batalla en exigencia a tus suspiros.

es tocar tus ojos cuando pones tu mirada en mi mirada.

Es besarte y ocultar el mundo, para encontrarnos en la nada.

 

Amarte es necesidad 

Es dolor y belleza.

Amarte es arte y es estética.

 

Entonces,... amor, voy a amarte.

Voy a amarte hasta olvidar tu nombre,

hasta que me canse el alma

hasta sudar, voy a amarte.

 

Voy a amarte hasta verme en tu cama después de unirnos 

de la manera en que acostumbramos amarnos muy de cerca.


 

Me gusta amarte cuando después del amor

despliegas tus alas de tus omóplatos reposados.

Me gusta delinear tu carne por encima de tu vuelo.

 

Me gusta entonces...

atrapar tu mirada y ponerla en mis ojos;

me gusta guardar el momento en moléculas reales de una realidad onírica.

Me gusta soñar y despertar contigo en este sueño paralelo.

Me gusta unirnos en destellos de luces fugaces a los pies de Morfeo.

 

Bendita sea tu vida y tu muerte no encontrada.

 

Amor, amar es aire y asfixia.

amor es pertenencia en ambos.

 

Quiero en serio derramarnos en tu cama, 

como el agua derramada en el agua.

Quiero tu hambre y tu antojo.

 

Quiero quedarme en tu cuerpo, 

en este espacio tan compacto,

que emerja para mí y para el mundo un nuevo universo.

Quiero colisión y expansión.

Quiero el arte que tú tienes,

quiero tu tiempo y tu espacio.

 

Quiero tu amor

hasta olvidar mi nombre.