Hoy busco unas manos:
suaves, como esa nube viajera,
que acaricie mis tristezas y quebrantos…
ligeras, como el señor viento,
que sobrado deja de él su mejor aliento…
fuertes, como una pieza de hierro,
que edifiquen la esperanza en lo eterno…
generosas, como el inmenso mar,
hacedoras y moldeadoras de sueños…
coloridas, con su esplendor natural,
con huellas seductoras en su andar…
limpias y frescas, como el rocío de la noche
aleteantes, como mariposas del jardín,
que coqueteando nos hacen sonreír…
traviesas, como la verdad que inquieta,
madrugadoras, de dedos matutinos,
brillantes, como el amanecer de hoy,
hermosas, como el rostro que me lee,
tiernas, como el primer beso de amor,
sonoras, como nuestra mejor canción,
melódicas, como un susurro al oído,
que siempre me roba un suspiro…
optimistas, como tu sonrisa de hoy,
hermosas e inolvidables… como tu caricia,
cálidas, como el abrigo de tu piel,
ésa que sueño con mágico placer…
discretas, como tu silencio y el mío,
firmes y voluntariosas, como el señor sol
que me acerquen a lo imposible…
acertadas, como la mirada que me das,
sinceras, como la esencia del amor,
sabias, como tu manera de versar,
abiertas y dispuestas como yo…
hoy te ofrezco las mías para amar…