Siempre me has dicho, que estas junto a mí,
Que ni un segundo me dejas sola,
Hoy por más que te he llamado, me has abandonado aquí,
En este desierto de tristeza y melancolía,
No hay nadie que pueda escucharme y sin ti,
Realmente me siento perdida…
No estás sola, me respondió el señor,
El silencio se interrumpió por su voz,
Y en una nube me escribió mi Dios,
La más sincera carta que un padre entrega a su hijo con amor…
Estoy junto a ti, aunque me niegues,
Sé que a veces no quieres escuchar, pues deseas hacer tu voluntad,
Crees que te puedes esconder,
Porque no miras junto a ti mi caminar,
Y te pierdes en abismos desconocidos, y luego no sabes que hacer…
Que te falta, si todo tienes al alcance de tus manos
Porque no aprendes a vivir con lo que hice solo para ti,
Porque buscas en mundos obscuros a falsos amigos,
Porque buscas tesoros con brillo, si tu eres la luz de tu existir,
Porque crees en mentiras, y te deslumbras creyendo que el universo,
Es solo para quienes de oro visten y en fiestas saben vivir,
Acaso crees que con dinero se compra el amor,
y puedes traicionar y mentir,
No te equivoques que te puedes perder en un laberinto,
Del que será muy difícil salir…
No te pierdas en la desesperación por vengarte de quien te lastimó,
No pierdas el tiempo alucinando que eres un gran héroe,
Que no necesitas de pastillas y polvos aparentemente mágicos,
Que te dan un gran poder que no te permiten reconocer,
Que destruyes tu vida y la de seres que te aman conduciéndolas a un abismo,
Sin que te des cuenta, y el despertar puede ser muy cruel…
Mira el sol como brilla, acaso no es hermoso su resplandor,
Mira las nubes como forman castillos y seres que bailan al compás del viento,
Te has fijado de los mil colores que viste el cielo,
Desde que se despierta el alba hasta el anochecer, que iluminan los luceros,
Que acompañan a la bella luna, para cuidar de tu sueño,
Extiende tus brazos, déjate abrazar por el aire y cierra los ojos,
Sentirás una sensación de libertad, única en tu corazón…
Mira como los pajarillos le sonríen a la vida,
Haz tu lo mismo regálale a quien este a tu paso una sonrisa,
Canta de alegría, disfruta este día,
Déjame ser tu guía y conducirte al paraíso de la felicidad…
Verás que no es muy lejano, como siempre lo has creído,
Nada es más bello e importante que uno mismo,
No necesitas de monedas para ayudar al desvalido,
A veces una sonrisa, tu tiempo y un abrazo sincero,
Puede ayudarlo a disfrutar también de su destino,
No olvides que también voy de su lado,
Como nunca te he abandonado y siempre estoy contigo…
Sé que te has sorprendido al no verme a tu lado,
Se de la soledad y el miedo que has tenido,
Recuerdas a quién te encontró a la mitad del camino,
No fue más que un enviado mío,
Alguien que como tú tiene una misión en este mundo,
Es un ser único como tú siempre lo has sido,
Es por eso que a cada quien hice distinto,
Para ser importantes dentro de este mundo compartido…
No temas más estoy junto a ti y entre mis brazos,
Te llevo cargando, porque siempre estoy contigo…
¡Gracias mi Dios, perdona mis dudas,
Creí que por mi inmadurez te había perdido,
Gracias por estar siempre junto a mí, transformando mi vida,
Devolviéndome al sendero para llegar contigo,
Prometo estar siempre con el alma,
Recibiendo tú mandato y no perderme más en lo desconocido,
Te ofrezco mi corazón, mi espíritu y mi vida,
Para ser digna de alcanzar tu gloria al final de mi destino…