Nebulosa de vacíos y de ausencias.
Las alas, del deseo, quebradas,
Aguardan inflexibles y obstinadas...
Que, en tus ojos, crepita su memoria.
El horizonte enrojecido difumina
Las aguas que cien noches inundaron,
Llantos por el vacío de su ausencia.
A las normas de la luz, ya se amoldaron,
Asperezas de la luz y su bondad
Que impaciente, el frío cielo, te entregaron.