A la larga sabrás, miles de cosas,
quiero decir que jamás volverás a ser mis ojos,
a ser mi corazón, mi alma;
mi lágrima, mi redondo sol de primavera,
mis nieves crudas de invierno.
Sino que ahora serás otra;
otra razón para olvidar.
Para sentirme vivo pero de dolor;
que tu beso ya no será mi cura,
sino mi maldición.
Que el llanto de tus ojos ya no será mi llanto,
ni la sonrisa de tus labios mi corazón.
Lo nuestro, amor, ya sólo será una triste canción
un melancólico canto a la noche,
un dulce recuerdo de las estrellas.