Vida,
campo
traviesa
Tus pies descalzos,
Tu mano asiendo la mía,
Una playa y el mar noctámbulos
Bajo el resplandor de la luna llena,
Una palapa esperando y una hamaca
Fue el escenario de un amor esplendido.
¡Qué noche, qué experiencia, qué momento!
El rumor de las olas llevadas por el viento
Se mezclaron al gemir de nuestros cuerpos,
Temblabas entre mis brazos, suspirando,
Labios secos por el fuego y la pasión,
Besos atropellados, la sinrazón,
Ensimismados, absortos, si,
Ajenos al mundo, moribundos,
Nos volvimos autistas, nada
Perturbaría la ocasión.
Mi grande pena se fue apagando
Dándole paso a la vida misma,
Un alma muerta, casi perdida,
Volvió a la vida con la ilusión
De verte inserta, comprometida,
Con un futuro predestinado,
Junto a tu pecho, siempre a tu lado,
Dándote presto toda mi vida,
Contando noches de amor confeso,
De cuerpos tibios, piel encendida,
Tu geografía tinta de besos,
Ríos incesantes, remos enhiestos
Brazos cansados, rostros contentos.
Así transcurre, campo traviesa
Por los senderos de la existencia,
Tú… enamorada, correspondida,
Yo derramando lluvia temprana,
Nuestras callejas tan inundadas,
Que a nado vamos a la otra orilla,
Humedecidas nuestras mañanas
Cual flor bañada en fresco rocío,
Se vuelve alegre, pétalos vivos,
Con sus pistilos…fieles, erguidos,
Te veo dichosa, ya no hay hastío
Ya son felices tu amor y el mío.