La traición, sentirse traicionado, qué es exactamente. Por qué nos duele tanto descubrir que la persona que queremos, que debe ser nuestro compañero incondicional, está muy lejos de serlo, sino más bien es un vil traicionero. Cuáles son las fibras que esta acción engañosa y traicionera toca. Por qué nos sentimos humillados, decepcionados. Nosotras, las mujeres inevitablemente recurrimos a la comparación y nos obsesionamos por saber si la persona escogida para el acto traicionero es más joven, más hermosa, más exitosa; entonces, de qué realmente estamos hablando, orgullo, es la vanidad lo que le da los matices estrafalarios a la situación. Depende de la cantidad y calidad de los sentimientos comprometidos la magnitud del “dolor” o nos volvemos igual de locas y posesivas al descubrir que nos han traicionado, las que amamos mucho y las que simplemente compartimos una relación mediocre, por decirlo de alguna forma.
Cada individuo es un mundo, frase un poco trillada, pero muy cierta, cada mujer reacciona de forma diferente ante una infidelidad. Unas prefieren no darse por enteradas, y vivirán el tiempo que dure la relación o más bien toda la vida, con esa sensación de sumisión ante la verdad. Quizás por miedo a romper la aparente armonía que reina en su relación o miedo a perder cosas materiales o miedo a perder un status social o miedo a dejar a sus hijo/as sin su padre, como suele decirse. Otras enfrentarán la verdad, o más bien la buscarán, porque para males peores, el ser traicionero en la mayoría de los casos se empeña en negar su acto; adentrándose los dos y con ellos la relación en una batalla desgarradora que en la mayoría de los casos no conduce más que al calvario de la desconfianza, las mentiras y hasta las humillaciones; y en el peor o mejor de los casos, nunca sabremos, hasta la ruptura de la relación. Otras simplemente se decepcionan y pacíficamente lo aceptan, tomando la decisión de “pagar con la misma moneda” y es entonces cuando la relación se pierde totalmente en un mar de mentiras y doble moral al punto de convertirse los dos, antes amados, en seres completamente desconocidos, hasta que finalmente; después de tantas astillas arrancadas al árbol, éste se quiebra sin la menor intención de volver a erguirse.
La cultura machista impone la creencia de que los hombres son infieles por naturaleza, me cuesta mucho creer en esto. No creo que la traición y la deslealtad puedan ser condiciones inherentes a hombres o mujeres, no son características como ser gordo o tener los ojos azules. Ser infiel es una decisión, a la que llegamos por defectos y carencias emocionales que tenemos, por qué no se traiciona a un amigo, por qué no traicionamos a nuestros padres o nuestros hermanos (aunque hay personas que sí lo hacen) por qué se nos hace relativamente fácil engañar a nuestra pareja, cuando en muchos casos es la persona que ha compartido su vida con nosotros, cuando en muchos casos se ha convertido en nuestra familia y ha dado muestras de estar dispuesto a todo por nosotros, nos aburrimos, nos cansa la rutina y así como si nos cansáramos de comer todos los días el mismo plato, pues vamos a cualquier restaurante y nos comemos otro, no importa si es de mejor calidad, lo que importa es que no es lo mismo.
Entonces, por qué traicionamos ? rutina, carencia de dominio emocional y/o carnal, o simplemente somos seres viles y traicioneros por naturaleza?