Mujer que yaces a mi lado dormida,
a quien susurro mil vidas de amor y
también de cierta melancolía,
si supieras del verdadero amor
y su incalculable valía,
junto a mi cada noche
por voluntad propia dormirías,
pero no sabes de amor
ni de cuanto en la vida es su valía,
por eso tan sola yaces en tu cama
y yo en la mía, con esta loca loca
fantasía de tenerte a mi lado dormida.