No provoco a un valiente,
y mucho menos si es noble;
me puede tumbar un diente,
me puede tumbar el doble.
No provoco a un humilde,
por que de esa cuna vengo,
y así mis dientes sostengo,
aunque cobarde me tilde.
He enterrado en el pasado,
la historia de ser "valiente",
ahora el valiente es mi diente,
formado como un soldado.
No hay maíz que se resista,
al trabajo persistente,
de mi pacifico diente.
Y si la carne esta dura,
pues...¡Que me dura la verdura!.
Autor:Bernardo Arzate