Francisco Gaitan Downs

AYER SE FUE LA NIÑA DE MI AMOR

Disfruto recordar aquellos momentos bellos
Cuando la inocencia de nuestra infancia nos
Hacia hablar y decir cosas sin querer, siempre

Dije que serias mi amor de toda la vida.

Encontraba satisfacción al menos saber que
Estabas a mi lado y que juntos de la mano 
Podríamos ver el sol salir, el crepúsculo llegar
Y a tu lado las estrellas contar.

Y es que duro poco la felicidad más el destino
Cruel nos separó llevándote lejos de nuestro
Mágico lugar, aquel donde nació nuestro amor
Y con el tiempo iba creciendo hasta el adiós de hoy.

Recuerdo que camine largas horas, para ir a verte
Al aeropuerto donde un avión te alejo por completo
Viendo como tu mama en sus brazos te llevaba
Y tu mano despidiéndote en medio del llanto.

Pasaron quince años de recuerdos, también de anhelos
De deseos de saber si aún tienes esos rizos de oro
Que tanto me gustaban ver, pero hoy solo me conformaba
Con mentirle a mi corazón diciéndole que estas bien.

Siempre paso por su casa, viendo esa vieja ventana
Esperando tu repentino aparecer, que deje perplejo mi
Corazón que ha aprendido amarte en el silencio y en la
Soledad de nuestra distancia alimentando tú mis recuerdos.

Pero un buen día, vi cortinas blancas en tu casa con cintas negras
Y se abrazaban unos a los otros llorando amargamente 
Y sin dudar Salí al encuentro, donde una señora casi como tu 
De bella me vio a los ojos y corrió con llanto su dolor compitió.

Y es que volvería la niña de ojos verdes, la de rizos de oro, la niña
Que se hizo mujer lejos de mí, sin escuchar mi voz menos la de 
Ella, solo que volverá inerte en una caja fúnebre negra, donde se
Canso a la vida y sus ojos cerro negándome el amor.

Y es que no sabía que estaba herida, su corazón estaba dañado
Y se la llevaron frente al sol y la arena para que estuviera bella,
Disfrutando de las pocas horas de vida que el destino le concedía
Negándome al menos estrecharla en mis brazos antes de morir.

Y volví a caminar hasta ese aeropuerto, donde hace 20 años la vi partir
Sonriendo, sin saber que nos separaban y el dolor de un día nos
Reuniría, sin poder escucharte más que verte en estado silencioso
Frente a mi llorando con dolor recordando mis días de amor.

Sobrevoló un avión sobre mí, dejando mi piel excitada y mi corazón
Sin palabras, viendo como en un ataúd sacaban a mi amada, húmedo
Se encontraba de las gotas de agua de dolor que caían del cielo, 
Refrescando una rosa blanca que aún conservo pensando en ti.

Perdón, le pido a Dios por haberte dejado partir lejos de mí, dejándote
Sola a merced del mar pudiendo yo tu piel cuidar, no me he cansado 
De llorar pero hoy que te veo en ese triste lugar me doy cuenta que al
Menos valió la pena porque el destino a pesar de todo nos volvió a unir.

Y con dolor en este triste corazón, camino bajo la sombra del sol
Para proteger tú recuerdo, cortando las rosas más bellas que dejare
En un altar celestial junto a Dios, descansa mi niña yo estaré aquí 
Pendiente de ti, esperándote bajo el crepúsculo para contar las estrellas,
Para verte bella y saber que tú eres la dueña de mi corazón.

ESCRITO: FRANCISCO GAITAN DOWNS.