Una tarde fría de invierno, la mente detenida, en la estación “El Recuerdo”. Aparece el deseo, de revolver esos, álbumes de fotos olvidadas, en una caja grande en el placard. Recuerdos, alegres, tristes, dulces, aquel, éste y otros no tanto. Los amados, los perdidos, y así..........instantes de vida. Picho, mi perro amado, el que se trepó al tren. Esa niña, con tutú rosa y zapatillas de media punta, ojos chispeantes, sonrisa tierna, decidida a mostrarse al mundo. ...Sonrío, no se puede creer, mi hermana y yo disfrazadas de trompitos, en la escuela de monjas, irreconocibles. Mi abuelo y padrino, sentada en sus rodillas, sabía que era su nieta preferida, la que tenía el honor, de pasear en el caballo blanco, en Entre Ríos. La silenciosa, abuela Rosario, serena cuanta calidez. Mis compañeras de secundaria, jovencitas atrevidas...... Lidia, que amiga!!. tan unidas, la Colo, siempre cuchicheando, contando sus amores.... Liliana admirada por su belleza, Mabel la traga, todo 10. Celina siempre en las nubes... ....Con ella me sentaba, a veces, en las pruebas, tenía los machetes anotados en la regla... Sigo revolviendo, el casamiento de mis padres, en blanco y negro, ya amarillentas, los tíos de impecables trajes. Viejas fotos, tomadas en la calma de un domingo, en Plaza San Martín, algunas son instantáneas. Y las mas bonitas, las de los veraneos en la costa, tantas historias. Y ésta quien es? con mi nona?, y las palomas en Plaza de Mayo , si, si ...ya recuerdo María Inés, una prima de mamá. Y éste pequeñito gateando, lleno de rulos, el protegido, mi hermano menor. Observando las fotografías, el pasado se viene encima. El tiempo es tan frágil, se va antes que nos demos cuenta. Cuanto valor tienen esas imágenes! Pero lo que resulta incomparable, es buscar y rebuscar, en esa caja para hallar los recuerdos, que traen unas simples fotos viejas!!