Cuando, se recibe casi nada, cualquier cosa que te regalan es inmenso. O algo personal de alguien que lo ha hecho con sus manos, dándonos un sitio en un libro, poniéndonos a la altura del autor. Es una sensación que nos da ganas de abrazarlo contra el pecho e decir Gracias con el corazón.
El correo, una vez oh otra trae, algo que nos llena de alegría. Alguien se acordó de nosotros. Al coger en nuestras manos una carta o un paquete, sentiremos la presencia de quien lo ha enviado, pensaremos que fueran sus manos que con cariño lo ha enviado.
Por algún tiempo, sabemos que en la lejanía alguien nos quiere, se acordaran de nosotros. Es bueno, es una sensación de que merece la pena esperar siempre por algo mejor que el vacío, de vivir solo.
Cosas pequeñas, grandes, tanto hace, lo importante es que se recibe una prueba de amistad e atención de alguien.
Quien ya ha vivido el tiempo suficiente para comparar los cambios que pasan en la vida, en todo su significado, es un sabio.
No se dan cuenta que los momentos se transforman en años, cuanto todo se ha modificado. De largo muchos pasan, como camaleones cambian de color e se acomodan, a los cambios e a su manera son felices.
Cuantos dicen” son los tiempos modernos tenemos que adaptarnos.” Cantando e riendo así van como si nada fuera.
Un día, se darán cuenta que solo fueran figurantes de tercera, en una pieza, que no volverá a subir al escenario. El teatro, se ha derrumbado, con la carcoma del tiempo.
Se puedes intentar fingir, como una barra de los labios, puedes elegir el tono, pero son los mimos labios e quedan al fin de poco tiempo sin color.
Así es la vida, así, muchos viven, solo tapando, con fantasía, la realidad cruda de la vida sin sentido.
Campanas tocan dentro de algunos al recibir una muestra de atención, por parte de alguien. Momentos para toda la vida, si alguien escribe un libro e lo mandan, seguro que lo acariciaran con sus manos, pensando, que es un poco de quien lo ha hecho que vino hacía nosotros.
Por palabras no sabremos como decir lo que ha significado para nosotros. Solo el corazón lo dirá.
Un gesto, una palabra un obsequio, es tan importante como un nuevo día para vivir. Solo lo sabremos cuando estas cosas pasen.
Gratitud, es lo que sentimos, hace bien a nuestra alma, está un poco en desuso, pero no murió, como tampoco el coraje de decir gracias e demonstrar que somos algo mas que unos labios pintados.
Oporto, 9 de Octubre de 2012
Carminha Nieves