Ciego es el hombre que no ve la Mujer apasionada
que se esconde en su interior y debe asomarse lento
por los confines de su espiritu inquieto, sabio y terco...
Pues al navegar en el mar de sus ojos anhelantes ,
y la maravilla intrépida del espíritu de la dama gentil y suave,
lo hará presa de su misterio y sus sentidos alertas...
Ellos te atrapan y te elevan al cenit de su corazón
cuando palpas su alma con su cuerpo amable y pasional,
en una noche con la luz de la luna bebiendo en sus ojos infinitos...
Y el aire fresco entra en las rendijas de su ventana vieja ,
y ella exala sus lánguidos suspiros ansiosos que nacen de la vigilia
de esa noche esperada por dos veteranos amantes y ansiosos...
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Del poeta de Carton y su nostalgia vieja...