Velo por ti, esta noche mansa
Un día ajetreado la precede
Y este llanto tuyo, me concede
Ser por vez primera, razonable
Siendo que no somos intocables
Y duele el dolor y calla el hombre
Complice el silencio y en su nombre
Osamos profanar hasta con llanto
Los sitios construidos por el canto
Del ángel que partió de su morada
Para habitar alegre, una posada
De nueve meses, encarnando
Velando por ti, sacrificando
Solo por ti, sus blancas alas.
Me dices, por ti no han hecho nada
Y angustias sin paz, se van llevando
Amores que iban encarnando
Amores que mueren, sin su amada
Amores, amor, sin su posada
Esa que estabas reservando
Para el amor, amor, a su llegada…
¿Acaso lo sigues esperando?
¿Acaso prefieres ignorarlo
E ir por la vida, malherida?
¿Acaso no quieres que la vida
Pueda ser ya, flores retoñando?
Entiendo que me mires, condenando
¡El ángel en tu seno, halló condena
Pues el derecho justo, dio una pena!
Y luego de esa pena, estas llorando.
Las crónicas de un niño, se reescriben
Las cronicas de un niño por nacer…
Y acaso si yo fuera a enloquecer
O pasar al olvido, su inocencia…
Ahora reafirmo su existencia
Y convoco a una crónica de ello
Vale mas el cantar del angel bello
Que alegre en su brillo, dio sus alas
A un sitio de armas y sus balas
Que usurpan de ese brillo, su destello.