Uriel Gabriel

A tu amor y al mío

Llegaré a tus brazos como una suave brisa

de viento de octubre que sin querer te abrigue.

Nuestras ajenas pieles de sabanas vacias

esperan ansiosas un roce sin saberlo.

 

La distancia ha llenado las mil y un formas

de ignorar nuestro anhelo de un beso,

mientras tus ojos y los mios evitan enredar

más esta dificil manera de querernos.

 

Te deseo como se desea una bala en la frente.

Tengo tantas ganas de escapar de todo esto,

de tantas noches suponiendo que mis hojas

tristes no se mueven al compás de tu viento.

 

Este frío de la madrugada mientras me envuelvo

en una frasada abrazado a tu silencio negro,

me hace querer dormir con lo frío de tu tiempo

mientras dura la mentira de lo poco que te quiero.