Tú no sabes lo que es sufrir por amor.
No sabes nada de sentimientos.
No sabes nada lo que
yo estoy padeciendo.
Me echaste de tu casa
como a un mal perro.
¿De tu casa? De MI casa.
La diferencia está de
que a un perro lo hubieses
tratado mejor que a mí.
Has querido ignorarme.
Y lo has logrado.
Porque tú nada sabes
de mi vida actual.
No sabes de que me he convertido
en un pobre linyera.
En un pobre hombre
de la calle.
Mendigando. Pidiendo.
Humillándome. Suplicando.
De todo esto, no eres
la única culpable.
También lo soy yo.
Debí haber vuelto cuando salí.
De inmediato. Ya.
Pero no lo hice por orgullo.
Y aquí estoy. Roñoso. Andrajoso.
Pulguiento. Con el pelo largo.
Con barba y bigotes.
Con la ropa toda raída.
Con las uñas sucias.
Soy un linyera pordiosero
asqueroso. Me alimento
de las sobras que encuentro
en las veredas.
Me estoy autocastigando.
Quisiera que algún día
me encontrases por
la calle. Quisiera saber
qué actitud tomarías.
Te quedaste con todo
lo que yo tenía.
Mis casas. Mis depósitos
en los bancos.
Y te has quedado
guardando los diarios
en los cuales has encontrado
mi nombre.
Mi nombre. El que
mis padres con tanto
orgullo me bautizaron.
Ahora soy un linyera.
Y ayer fui un asesino.
Maté por ti. Robe por ti.
A ti te amé más
que a mi pobre vida.
Todo para qué.
Para haber terminado en
lo que hoy soy.
Un pobre linyera mendigo.
No pienses que voy
a mendigar tu amor.
Ya seguro tendrás nuevos amantes,
como lo he sido yo.
Haz con ellos lo mismo
que hiciste conmigo.
Envíalos al delito.
Envíalos al crimen.
Envíalos a la cárcel.
Cómo tendría que llamarte yo.
Señora. Dama. Alteza.
Perra te llamo. Mala mujer,
que me has convertido
en esto que ahora soy.
Un repulsivo ser humano.
¿Sabes qué me gustaría hacer?
Encontrarte. Y así, con esta pinta,
besarte hasta hacerte sangrar
los labios. Ensuciarte con mis ropas
tus hermosos vestidos.
Me has llevado a esto.
Esta pobre criatura que soy.
Pero no. No te conviene vaya
hacia ti, o te encuentre,
porque sino otro crimen cometería.
Larga es nuestra historia.
Y tal vez, muchos no la comprendan.
La historia de un hombre rico,
convertido en esta miseria humana.
Ya le tomé gusto a mi vida presente.
No podría ser el de antes.
Hombre refinado y de buenos modales.
Quiero seguir así.
Mi vida es una mierda.
Y tú eres una cloaca.
Tienes a tu alrededor,
mierdas de gentes.
Prefería no verlos ni verte.
Te daría asco verme como estoy.
Y tú, aunque estés hecha una reina,
una mierda serías para mí.
Mejor no te encuentre,
porque tal vez te mate,
o volvería a amarte.
Todos los derechos reservados del autor( Hugo Emilio Ocanto - 11.10.2012)