Las coronas que brillaban, resultaron de cartón,
y sus joyas (tus promesas) un mal canto de loor.
¿Qué sucede cuando llora el delicado corazón?
Si se quiebra en mil pedazos, cual cristal sin contención,
no habrá forma de reparo, ni de plena sanación.
Y su armadura de guerrero, que valiente se mostró,
resultó sólo deshonra y mal desgaste de pasión.
Mas mi rima me contempla y me acuna en su canción,
no habrá llanto en mi camino, ni dolor en mi expresión.
una reina se merece lo mejor.