Olvida aquello, sólo fue un instante y nada más. Hay cosas que suceden y pasos que se dan. Barreras que te encuentras, obstáculos que vences o alguien que te dice: ¡No podrás! Descuida, no temas, no te angusties, respira y observa, todo gira, las fuerzas se acumulan y vencen rompiendo lo imposible con hilos invisibles en todo lo que existe. Esa es la fórmula, la ley, lo oculto y lo evidente en lo que quieras mirar. No hay recta, todo gira y cambia en espiral. Todo nace en lo insondable y va hacia lo insondable. Eres el fin del principio y el principio del fin. No temas ni te aflijas, sonríe, llénate de paz. Recuerda que todo sirve, son pruebas de destreza en el arte de amar. Prosigue, la calma sea y colme tu mar. Hay espirales pequeñas y espirales grandes, sé maestro, gradúate en el arte de amar y tu espiral será tan grande como la propia eternidad. Avanza, no puede la congoja hacer nido en tu pecho, el hisopo del amor borre y cure toda herida y en toda despedida confía en que volverás a encontrar. Nada ni nadie se pierde, sólo camina y comprueba que en el inmenso jardín siempre hay una senda para volver al hogar. Siempre habrá encuentros, siempre despedidas, siempre habrá pruebas para poder avanzar. No te aflijas ni llores, éste es mi consuelo: ¡no estás solo!, y éste mi consejo: ¡Debemos continuar!