Caminaba por la orilla del mar
triste me encontraba y solo,
recordando lo que no quiero recordar
intentando olvidarlo todo.
A lo lejos las gaviotas se veían
y mi mente más se aferraba,
a ese día triste en que partiste
y de mis ojos brotaron unas lágrimas.
No te miento no olvido aquel instante
donde quiera que yo voy
tus recuerdos me persiguen,
si yo pudiera de mi alma arrancarte
hay! si yo pudiera para siempre olvidarte.
Aquella tarde recuerdo me dijiste
que nuestro adiós era irremediable,
que no sabías si te quise o me quisiste
y que no te detuviera tenías que marcharte.
Intente hablar y pediste que callara
que así sería mejor nuestra despedida,
que ya entre los dos nada funcionaba
que querías empezar una nueva vida.
Quise hacerme el fuerte
fingir que nada pasaba
mas sin embargo no aguante el llanto,
un dolor en mi pecho
y un nudo en mi garganta
me inpedía gritarte no te vayas yo te amo.
Al verte partir caí arrodillado
y mi triste vista yo alce al cielo,
preguntándome porque si yo te amaba tanto
porque porque te fuiste de mi lado.
Hoy, no sé dónde te encuentres
con quien estarás, a quien estas amando,
pero te aseguro que nadie en esta vida
te podrá amar como yo te he amado.
Autor:
Nelson Edgardo Valenzuela García