Torrente hermoso de hebras de oro
que vuelan por el viento, en rumorosa caída,
bajo la luz blanca de la creciente luna,
que engalana con su brillo, maravilloso tesoro.
Cuando por el campo caminas
dejando tu huella plasmada,
con tu presencia iluminas
la oscuridad de la nada.
Vuelan y saltan las aves,
bajo tu rítmico compás,
eso tu no lo sabes,
¡pues jamás volteas hacia atrás!.
Los árboles casi se inclinan
en respetuosa reverencia,
al ver que contigo camina,
la elegancia con su esencia.
No des un paso atrás,
camina siempre adelante,
que el aire golpee tu faz....
y...¡ a tu melena ondulante!.-
Por: Alejandro O. de León Soto
Tijuana, BCN, MEXICO, Oct.12/12