Tenía la belleza por fortuna...
Tenía la belleza por fortuna,
un cuerpo de paloma ruborosa,
una ondulante cabellera bruna,
una boca de hoguera temblorosa.
Tenía en las pupilas a la luna,
sobre los senos una mariposa,
en el alegre ombligo una aceituna,
en el rizado pubis una rosa.
La juventud tenía por bandera,
un alma soñadora por encanto
y cierta intrepidez por privilegio.
Sí, de verdad que muy hermosa era
y con cariño la recuerdo tanto
¡Dulce amor de mis días de colegio!