Podría jurar que todo lo dicho es cierto,
no podría pensar en nadie más que tú,
podría odiarte y hacerte parte del pasado,
podría, pero no es lo que yo quiero.
Lo que yo quiero es simplemente tu amor,
algo tan delicado que me ha derrotado,
estoy tendido a sus pies porque te amo
y si me engaño entonces no me conozco.
Te quiero desde que te vi por primera vez;
tu sonrisa, tu voz, tu mirada, tu caminar
e incluso como vestías, aún lo recuerdo.
Y aunque no me creas siempre te amé.
Soñaba con una doncella todas las noches,
ella tenía rasgos paralelos al de una musa
y cuanto más me acercaba al dúctil ángel
empecé a creer en la suerte y en la dicha.
Un velo cubría su cabello largo y delicado,
mientras un pajarillo posaba en su hombro,
ella entonaba una canción que no recuerdo
y cuando ella cantaba el mundo no existía.
Todo era tan distinto cuando la veía cantar,
un centenar de mariposas giraban felices,
las más pequeñas construían un corazón
y las más grandes rodeaban a la princesa.
Estaba en casa, era un rey rodeado de lujos,
pero no solamente en el mundo fantástico,
en la vida real la princesa viene a mi casa,
me canta tiernamente y es mi enamorada.
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Fecha 11-octubre-2012