EL MANU

EL HIJO

EL HIJO
Un Hijo es una gran bendición de Dios
y que llegará el día que nos dirá adiós
es cuando al comenzar su propia vida
se aleja por una ley natural de la vida.

Tener un hijo es lo mejor en el mundo
así se llame Rudecindo o Segismundo
sólo lo amaremos, por ser nuestro hijo
 no importa, si resultó de algún prohíjo.

Ellos, pueden venir de varios tamaños
muy bebes empiezan con sus amaños
así, conforme los bebes van creciendo
 en las cunas cederás a irlos meciendo.

Una vez, que ya crecen y son mayores
recién vienen, los problemas mayores
depende que formación se le ha dado
 y le sirva en el debido momento dado.

Igualmente hay varias clases de hijos
los que sí salen inteligentes y prolijos
los malcriados, que no te hacen caso
 los cuales acaban en un total fracaso.

Y tenemos al preferido o Primogénito
y ojalá no tenga algún mal congénito
y éste es conocido como el Hijo Mayor
que si falla, tu decepción será mayor.

Igual, existe uno llamado Hijo Menor
por ser menor no entraré al pormenor
y también hablaré del Hijo de Vecino
que puede ser alguno muy convecino.

O el Hijo Natural, lo llaman bastardo
nombre dado por alguien con retardo
y este, al fin y al cabo es nuestro hijo
 por eso es que a ese hijo yo sí lo elijo.

Hay uno que llaman el Hijo de Leche
es todo por el ama quien dio la leche
otro poco conocido, el Hijo(a) Político
 y no es cierto que él sea, un “Político”

Y al final está el famoso Hijo de Puta
y ese sí se mete en cualquier disputa
y vulgarmente llamado, Hijo de Perra
éste es un personaje que se emperra.

 
En verdad que todos son bienvenidos
los padres, no quedarán desavenidos
y es que los hijos, son un lindo regalo
pueden ser de origen galo o el tagalo.

Hasta acá la parte linda suelo parejo
ahora entramos al instante disparejo
donde el hijo(a) es un malagradecido
 no recuerda quien lo ha engrandecido.

Para sacar a relucir, su parte obscura
que buscarán a un Cura, para su cura
acá él hijo, que debe darle buen trato
  sólo le propina un vil, y agrio maltrato.

Y se olvida lo que por él su padre hizo
de pronto el hijo le pone fin al hechizo
y ya no más bellos momentos dorados
 y ya nunca más, se sentirán adorados.

El hijo(a) entra en dura intransigencia
la conversación la vuelve en exigencia
el hijo(a) se encierra como sólida valla
 acá ni le interesa que el padre se vaya.

La vaca no se acuerda que fue ternera
que la vaca se cuide, de su desternera
mejor dicho, olvida lo que su padre dio
 le dio, hizo, crío cuidó al final lo perdió.

A tal punto que al padre se le margina
el padre ni sabe porqué esto se origina
entonces este padre se siente excluido
  ya que injustamente, quedará recluido.

¿Y por qué, a los padres los marginan?
los hijos olvidan a quienes los originan
y que se portan como groseros ingratos
aquí de nada servirán, los ratos gratos.

Acá podría ser un testigo de excepción
por yo haber visto, casos de decepción
es porque he visto todo tipo de ofensa
 donde los padres ya ni tenían defensa.

Los padres, al tener la avanzada edad
son casi condenados a vivir en soledad
y es que aquí se vuelven en un estorbo
 deben tragarse su amargo, de un sorbo.

El hijo cree, que con su llamada al mes
es suficiente, para ganarse su entremés
y en este caso, para él dar una llamada
 es parecido a tener, la llama inflamada.

O si es que le regala su hipócrita sonrisa
que de seguro en el interior le causa risa
 y más bien esto le debería dar vergüenza
  al portarse como un villano sinvergüenza.

Otros ni les dan ni una palabra de aliento
que de tan solo al escucharlo me caliento
 ¿Y por qué el hijo no marca la diferencia?
  No puede ser que haya tanta indiferencia.

Peor aún si el padre no dio motivo, causa
o el hijo cree que su padre, es su "causa"
si ni los causas, se tratan de esa manera
 el oír eso sí que me indigna sobremanera.

Tampoco el padre es como un compadre
él solamente es su fiel y venerado padre
todo esto hace que se me reviente la hiel
  que mejor ya me iré a beber mi aguamiel.

Nos dicen que a los hijos no los elegimos
yo pienso, que por algunos los colegimos
y los hijos, jamás escogerán a los padres
 o tal vez podrían sugerir a los compadres.

Todo esto, la verdad que da ira e indigna
de que el padre, no tenga una vida digna
pero ya sea un padre o también la madre
no deberían pasar, por ningún desmadre.

Aquí sólo desearía hacer una aclaración
no considerar esto, como mi declaración
todavía existen hijos buenos, grandiosos
 así mismo, abundan de los hijos odiosos.

Y todo lo que he dicho, sea un supuesto
que en forma de verso, lo he compuesto
si hubiera alguno que le caiga el guante
 que tranquilito(a) nomás que lo aguante.

Una vez lo mencionó un amigo Ampudio
“Esta clase de hijos, merece mi repudio”
y yo no quisiera que un hijo me maldiga
 sí es así pues que Diosito me lo bendiga
.

EL MANU