De nuevo eres estatua
anclada entre ruinas
de noches sin dueño.
Verdad sin regreso
en el cristal fragmentado
de adioses ignotos
y amistades vacías.
¿Baluarte o mausoleo?
La catedral de amalgamas,
tesoro de los párpados en vuelo,
desciende entre gradas
a metálicos vestuarios
y a estaciones no perdonadas.