Retoño que habitas con gran ímpetu,
la fértil fuente de vida de un cuerpo mortal,
Con un corazón embebecido de amor para dar,
Se podría crear estrellas viajantes,
con el brillo de la luz que emanas,
desde la fuente de vida que te sostiene.
Es excelsa la ternura que trasmites,
Y la dueña del cuerpo mortal que habitas
se ha dejado embriagar en tu dulzura.
Y dibuja en tu frente besos,
con suaves caricias materna,
aunque estés aun en su vientre ,
Las estrellas que se crean,
con el briíllo de luz que destilas
se encargan de ponerle colores,
a este mundo desteñido.
Fértil cuerpo mortal que escribe perfecto,
el mágico cuento de tu protagonismo,
mientras te preparas para salir de sus entrañas.