SILENCIOS DE LOS DOS.
Silencios lacerantes en la herida
de saberte lejos, de besar el suelo donde pisas,
imaginarte y pensarte cerca.
Dejar escapar suspiros airados,
llenos de melancolía
por tu tardanza.
-Tengo frío-
y me envuelvo en la piel de tus manos,
en la mirada de tus ojos me cobijo,
y siento que la ausencia te hace presente,
que los latidos de mi corazón se aceleran,
gritan tu nombre,
y allí estás en mi mente,
en mis latidos de amor por ti,
en la ausencia del sueño,
en lo negro de la noche que te nombra,
en lo seco de mis ojos de llorar el beso,
en el oído hambriento de tu voz
que se perdió en el tiempo
de tu ida,
de tu exilio.
De tu banca de sueños de amor por mí
en tu paseo cotidiano,
por donde caminas y repites mi nombre
y se hace amor en tus labios;
en tu recorrido por el parque de tus desvelos
de noches de insomnio
cuando crees que las sábanas rosas tienen mi olor,
donde la almohada tiene mis besos,
los que me das cuando dices mi nombre,
los que arropan tus sueños en mi ausencia.
Los silencios hoy me espantaron el sueño
y me hicieron extrañarte tanto,
que buscaba en tu retrato tus ojos y tu boca,
quería besarlos sentirlos
saber que estás vivo en mi recuerdo,
y que de mí nunca te fuiste.
El silencio me hizo amarte más que nunca,
y en tu ausencia repetí mil veces tu nombre.
esperando en el SILENCIO DE LOS DOS.
Siempre tuya, siempre mío.
¡Siempre te pienso, vives en mis silenciosos!
Alicia Pérez Hernández... México
No es la pluma la que escribe, es el alma
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