La casa sobre sus bases corroídas arraigaba
una mezcla de antecedentes nostálgicos
con un carácter que el pasado cimentó en el rigor
de su estado, nichos para dejarse llevar en las letras
y sus paredes antiquísimas.
Era menesteroso la huida a la estación para colmar la
inspiración, subordinar mi anhelo a aquella posibilidad
que me daba transitar sus épocas doradas a esa acogedora
alquimia que me llenaba sus retrospectivas y mi presente.
Sus corredores rodeaban con una opulencia de orgullosa
casona, pretexto perfecto para plasmar de vez en cuando
algún poema que resultara saltar a mi cuaderno ávido.
Y cada vez que regreso a sus aposentos y me nutro henchido
de su sabia poseedora, escribo hasta llegar el anochecer.
Y no es que prefiero esos lugares para subyugar la sugestión
poderosa y bogar formas entre las tintas
llenándome de ese apetito tan placentero de su ambiente,
bosquejando un poema satisfaciendo la necesidad de mi bolígrafo
y mi firme convicción de mis sueños de vivir entre sus pasados.
Autor: WCELOGAN