Te acercas a mis labios,
como la brisa del mar a la playa...
dejando al retirarte
la dulce sensación de tu presencia.
Eres el mundo mágico de mis sueños,
eres el infinito que palpo....¡el sin fin!,
eres el perfume que me embriaga,
como las rosas hermosas de un jardín.
Cuando antes habían lágrimas,
llegaste y me llenaste de sonrisas,
antes existía siempre oscuridad,
hoy eres el sol que llenas con caricias.
No puedo negar que en bello cuerpo,
descargan las hadas su baúl,
llenandote de virtudes ...¡un acierto!
vestir tu desnudez de gasas y de tul.
Inundas, angelical criatura mi existencia,
con cristalina sonrisa que provoca,
disfrutando plenamente tu presencia,
y gozando los placeres de tu boca.-
Por: Alejandro O. de León Soto
Tijuana, BCN. MEXICO, Oct. 13/12