Entre cientos de poemas leídos
me he encontrado:
ardiendo,
muriendo,
amando,
sintiendo,
deseando,
perpetuando,
llegando al silencio y luego gritando
¡QUIEN SOY!
y no me cruzo con la realidad,
estoy perdido entre las letras
subsumido entre distancias y tiempos,
disoluto,
disipado,
lujurioso,
enamorado,
abrazado al destino y gritando
¡DÓNDE ESTOY!
Arrojado al sendero,
sin alerta,
ni consuelo,
ni esperanza,
ni alabanza
retomando a cada rato
un atajo en el camino
que me lleva siempre
a la nada.
Sin embargo, con cada poema leído
adoro,
venero,
deseo,
idolatro,
me apasiono por ser
y sin embargo
¡NO SOY!
CARLOS A. BADARACCO
12/10/12
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