ANEUDIS PEREZ

HAY DÍAS COMO ESTOS, EN LOS QUE LLUEVE A CANTAROS

HAY DÍAS COMO ESTOS, EN LOS QUE LLUEVE A CANTAROS

 

Hay días como estos, en los que llueve a cantaros

y el cielo se nubla del tedio del día…

no es lluvia de ojos ni empape de ríos

¡Es que la existencia, medita en el alma!

 

Hay noches amargas que no prueban labios,

noches como esta que cierra sus auras,

con lunas oscuras detrás del vacío

y viento que sopla sin tocar la calma.

 

Hay días de tules que apagan estrellas,

hay suspiros largos que mucho nos cuestan,

sentir que algo pasa, oír al pasado…

y vivir muriendo, siempre meditando.

 

¿Por qué existen días, días tan extraños?

Días de pupilas, de llorar sin llanto,

de mirar la ausencia y tocar sin manos,

días como estos, en que llueve a cantaros.

 

Y el camino es lerdo, y la lluvia es algo…

que moja las sienes, moja la memoria, se moja el recuerdo;

y en una laguna de espectros y dudas,

se mira la vida sin querer mirarse.

 

Y sólo reflejos, resonar de agua y un eco de cielo

nos toca los parpados con caricias muertas…

y allí, despertamos ó entramos al sueño,

sin saber que pasa.

 

Y sentir que hay días, días que nos mienten/

días como estos, días de silencio…

y sólo se nota al mirar extraño,

una nube rota, rota por el tiempo.

 

Y allá en la memoria todo se remoja

al sentir que hay días llenos de misterios,

días como estos repletos de lluvia,

días tan oscuros como oscura noche.

 

Días que ignoramos el porque del viento,

porque la tormenta, porque el sufrimiento…

no sé de que cielo caerá esta lluvia,

sólo me pregunto, y vuelvo y reitero

¿Por qué existen días, días como estos,

días tan siniestros… en que llueve a cantaros?

 

 

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