¿Cómo nació el amor que me cobijó?
Nació de un sueño esperado a la luz de la luna.
Una mañana sin pensarlo, en poesía, dijo:
Te quiero y eres el amor de mi vida.
Pasearemos entre nubes de algodón.
Porque Dios es azul, y allí nos espera a los dos.
En aguas de ríos vino el amor por la ventana
donde mis ojos se han fijado en ti,
donde mis sueños cambiaron por ti.
Donde camine descalza en mis mañanas
buscando llenarte de besos y de poesía.
Sentirte en la ventana que me mira en verde centinela
en donde florece un amor en sentimientos
despiertos solo para amarnos.
Estaba dormida en soles y lunas deje mí querer.
Y llego el amor mío y me despertó llorando,
pidiendo amor a borbotones sintiéndose cansado.
De no ser amado en alas de ausencia, viajo mi llanto
y sentí sus brazos rodear mi talle, bajar su mano,
Hasta mi escote, y sentí suave viento entre el y yo.
Y tejimos marañas y en tules trasparentes le di mi amor.
Ese amor que escondido estaba en mi pensamiento.
Y llego y escarbo y encontró escombros de mi anterior amor,
Lloramos de pena los dos queríamos ser amados.
Entregar los cuerpos en amor… hasta cansarnos.
Y despertamos uno en brazos del otro en un día sin tiempo.
Y sentimos que era bueno para los dos darnos calor.
Y así quedamos los dos unidos en sellos de amor.
Sacamos fuerzas de la corriente que el mar nos dio
No una, sino muchas veces nos dijimos adiós.
Pero las fuerzas se nos escapaban y por las tardes nos buscábamos.
Para amarnos, éramos insaciables no cabía gravedad en este amor.
Las lluvias remojaban nuestro encuentro de llantos y pesares
y nos llenábamos de penas de reclamos y sin sabores,
y nos extrañábamos y volvíamos a sentir el calor del beso
al dejar que las ganas nos tumbaran las fuerzas de las entrañas
Y nos amábamos con más fuerzas que antes...
Los te quiero eran prolongados, los te amo largos.
El llanto nos bañaba y nos hacia vibrar de amor,
y nos desnudábamos el alma y nos besábamos la piel.
Y rasguñaba el día cantándonos y besándonos
Y llegaba otro día lleno de amor y mas nos amábamos
-A mi siempre amor a mi amor de siempre-
Alicia Pérez Hernández
(no es la pluma la que escribe es el alma)