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Isabel

¿Coincidencia pura o encadenamiento de sucesos

propios del determinismo astrofisico,

el mero hecho de conocernos?

En un tarde

mientras compartia entre aperitivos y charlas

con mis colegas de la escuela,

apareciste

y sorprendido, cortes y cuidadosamente

extendi mi saludo.

        Desde alli para adelante,

las llamadas nocturnas y mensajes del mediodia

comenzaron a adquirir

un aire misterioso e intimidante de romance.

Sentimiento que se volvia reciproco

-segun tus palabras-

a la cual añadiria: intenso, inquietante e innegable.

Tres, las ocasiones

donde nuestros ojos tuvieron la dicha de encontrarse

y perderse

en el variopinto entorno de nuestras vidas.

Recuerdo y me vale de aprendizaje de facto

las non grata situaciones experimentadas

a tu persona originadas -confieso- de mi.

Rescato, valoro cada sms recibido por el movil

y lo vivo como si fuera ese instante.

Tan entrañable, muy preciados, sinceros

dejandome pasmado

por tu inspiradora forma de escribir.

         Al final

fui ese joven

tranquilo, coqueto,

que llegò a tu corazon inexplicablemente,

a traves de la mirada y sonrisa de niño,

concluyendo guardar tu nombre

con ternura y nostalgia

en mi ser.