Hay seres que padecen noches de insomnio
Las mías son de incendios,
Atrapada en sus llamas
Ardo en el deseo de tu presencia
Me asfixio en el humo de tu aliento ausente
Un corazón mío que agoniza en calor,
Palabras tuyas de muerte avivan el fuego
Y a gotas mi sangre se evapora,
Se desintegra un futuro de dos
Un viento malévolo arrastra las cenizas
De un amor que se extingue,
En la intensidad del pensamiento suplico la lluvia,
Que enfríe mi alma, me regrese a la calma
Y que mis noches solo sean de insomnio
Carolina Gutiérrez
Junio 2012
Valencia, Venezuela