Te guardo...
en el lado izquierdo de mi cuerpo,
donde cobijan las ramas
que se bifurcan en sueños.
Eres parte de mí, de mi costado,
que trasciende en el tiempo,
eres aquél puro reflejo.
Eres mis manos,
mi sentido,
el tacto y el sonido,
Eres el latido,
la encendida llama,
pura y cristalina lágrima,
mis pies en remolino.
Te guardo y te protejo,
destejo soledades,
cuando siento tu beso.
De tu mano volví el tiempo,
detuve el reloj,
atrapé la inocencia
de tus ojos,
marionetas al sol,
cometas al viento es tu risa.
Eres bálsamo y caricia,
eres amor.