Escribo con desvarío porque sigo tu paso más atento que al mío.
Porque me reflejo en los rayos gamma de tus ojos al grafito.
Quiero morder tus labios y tiernamente arrancarlos de su lugar.
De tus mejillas y brazos ser parte, y devorar ese lunar que exige de mí complicidad e irreverencia.
Que tu usura hacia mi persona llene tu grito de rebeldía también cuando a oscuras cambia tu voz.