Acompañado vivo solo de tus recuerdos
añorando tú presencia
pues me da hastío y frío tu sola ausencia,
y aquellos besos que me dieron vida de tu vida
hoy son como las hojas muertas
que se van en pos del viento,
sin piedad sin clemencia.
Y esas manos que un día me estrecharon
como aquellas aves abrieron
sus alas y al cielo volaron,
pero antes como tormenta furiosa
mis sentimientos mataron,
con ese adiós que me dejaron
y hoy van en pos de otro amante
tan finas, suaves y muy elegantes.
Y tu cuerpo, que en mis noches de frío de calor me cubrió,
tu cuerpo que se unió al mío y que era tan mío
fue flecha de arquero que en mi cuerpo se incrustó,
mas su camino siguió, y quise detenerlo
pero era querer detener el viento
y con el llanto en mis ojos
con el viento se marcho.