“Orgullo”.
Autor: Víctor Manuel Vidal Rodríguez.
El hombre enamorado que hay en mí,
Me obliga a rogar, a suplicarte,
Pero es más fuerte el orgullo que hay en mí,
Y eso me incita fríamente a sacarte.
¿Como ves? Es más grande mi orgullo que mi amor,
Si no, yo nunca hubiera sido lo que soy:
Un hombre triunfador.
El amor llena de amargura, de dolor,
Incita a la vorágine del vicio,
El orgullo me libra de este precipicio,
Y me hace izarme vencedor.
El hombre enamorado se humilla,
Se doblega,
El hombre orgulloso se levanta,
Y se entrega a su ideal.
Para el no existe e cansancio,
Ni muro indestructible,
Para él, el fracaso es risible;
Llegar, su única verdad.
El hombre enamorado suplica,
El hombre orgulloso ordena,
La diferencia que ello implica,
Es del hierro a la azucena.
El hombre enamorado es tímido,
El hombre orgulloso es osado,
El segundo por su orgullo es temido,
El primero por todos es burlado.
El hombre enamorado es manso,
Y el orgulloso es como el clavo,
Frio, poderoso, bravo,
Y no un mísero esclavo.
El hombre enamorado es barrido,
El hombre orgulloso es barredor,
Quisiste abusar del hombre enamorado,
Y encontraste al orgulloso que yo soy.
De mí para ti, ya no hay amor,
¡Vamos! Ni siquiera piedad;
Me alegra que te consumas de dolor,
Horrorízate hoy de mi crueldad.
No te afanes llorando buscando mi perdón,
Que para eso necesitaría y ya no tengo corazón,
En mi ya no hay amor, ya no hay ternura,
Entiende, en mi solo hay odio, rencor y amargura.
Villahermosa, Tabasco 26 de mayo de 1983