Es viernes, casi media noche
En vísperas Sabatinas
No sé que quiero escribir,
El deseo emerge en llamas
Encendidas por canciones suaves
De un género nuevo para mí
Que expira luego de escuchar
Mis canciones, las de siempre…
El reloj movió sus manecillas
Y en esta silla que no es mía,
Me vuelvo homicida
De un Viernes que ahora es ayer
Dejando huérfanos
A mis primeros versos
Procreando esta segunda estrofa…
Mi esposa duerme desde ayer
Y yo esquivo los ataques del sueño
Escribiendo con música y un poco de café,
El frío se frota las manos
Implorando un poco de calor
Al igual que mi esposa
Que se acurruca a su frazada…
Llegan los acordes de guitarra
Anestesiando mis recuerdos
Y procuro dejar a un lado el pasado
Arrugando las hojas de mi calendario,
Mientras la ocre luz de un bombillo
Me hace saber que en unas horas
El sol tocará a la puerta…
Y yo dormiré por costumbre
Para no faltarle a mi cama,
En sueños andaré en el mundo
Con pies descalzos y en harapos
Amontonando pensamientos furtivos
Para convertirlos en versos
Al despertar…