Maldita seas poesía cruel, me sedujiste
y dejaste mi cuerpo tirado cual trapo sucio.
¿Qué es lo que viste en mi aquellos días que ya no soy?
Exprimiste mi ser y no dejaste gota alguna de tu recuerdo.
A veces pienso en la manera de reconquistarte,
o si quiera de llamar tu atención,
pero caprichosa como mujer que eres
ignoras mis vanos intentos
y solo te prestas a las caricias de otros.
Muerto de celos me niego a perderte;
aunque, con el pasar de los días
mi esperanza disminuye
mientras la duda crece en mi
y me pregunto si alguna vez fuiste mía...