(I)
De trapo,
pero rellena de mimos.
De trapo,
vive con ojos de vidrio,
o con redondos botones,
que en ella hallaron su sitio,
y abandonando su plástico,
me besan cuando los miro.
De trapo,
de niñas oye latidos.
De trapo,
con lacio pelo y sin rizos.
Su cabeza revestida
con lana y restos distintos,
que una abuela desechaba
al ser retal de tejidos;
de jerseys, peucos y colchas,
que aún, hoy, son presente abrigo.
De trapo,
sonriendo con boca de hilo.
Retrato de compañía
con inmenso colorido,
que guarda amores rotos
y tantos sueños perdidos.
(II)
De trapo,
por ratas algo roído.
Su trapo,
usado cae en olvido.
Frágil como la ceniza
que prende de un cigarrillo,
a cual se suma calada,
inhalando hasta el filtro.
De trapo,
baña el hielo su camino.
Su trapo, a la vez rasgado,
por manos y por cuchillo.
Sin trapos,
le sobra cualquier vestido.
Posa en esquinas o arcenes,
borra olores recibidos,
al euro y al dólar tiene,
por bien queridos amigos.
Agujas tiene la trampa,
drogas que causan delirio.
Llenos de llanto sus ojos,
de hondo dolor escondido,
cual traspasando la carne,
daña su corazón fino.
318-omu G.S. (Bcn-2012)