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La noche de luna llena
es noche de enamorados,
de besos desenfrenados,
de amor y de dicha plena.
Luce el cielo esplendoroso,
se hermosea la penumbra
porque hasta allá en ultratumba
lo triste se vuelve hermoso.
Se incendian los corazones
de arterias electrizadas
y bocas desesperadas
se juntan por los rincones.
Busca en el fuego su nido
el anhelo más ardiente
y en las almas ya se siente
la negación al olvido.
Los cuerpos de los amantes
se inflaman bajo la luz:
es la pasión una cruz
bordada con mil diamantes.
Quejas, enojos, enfado,
requiebros de adiós y llanto
cubre todo con su manto
de cristal y azul plateado.
¡Cuántas historias sabrás,
discreta lunita bella,
del amor y la querella
que en silencio guardarás!
Nunca niegues tu dulzura
como candil del amor
que del cielo tú eres flor
y de la tierra ternura.