Era imposible
Casi como renunciar a la vida una vez que naces
Parecido a colgar una paloma en la farola del tiempo
Y pedirle volar hacia el árbol -una erosión de grietas-
Era imposible
No mirarte y comprender que en tu caída
hallaría la manera de vivirme, hasta quedarme
respirando tu soledad, bebiendo tu muerte
en esta existencia tan parecida a una gota
deslizándose sobre la piel del recuerdo dormido.
Y amarte, amarte más allá de ser tú mismo
más allá del firmamento lloviéndonos
sobre las hojas que nos recogen el silencio
hasta hacerse una voz de fonemas inventados
Y amarte en el eco de tu mirada inmóvil
Y amarte en la tragedia de la última letra
Y amarte en el cardumen de tus olas
Y amarte en el panteón de mis pájaros
Y amarte hasta ser de ti, llegar a ti
Y congelar nuestras venas
Hasta llenarnos de la misma sangre
Y ser sangre alabando el único momento
en que nuestra sed hereditaria
se juntó con el mar, después del destierro
Te amo