angelab

“Éxtasis y delirio”

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No hubo luna en la noche.

No eran de seda las sábanas.

No hubo copas diamantinas.

No era un coche lujoso.

 

 

Se prendió el fuego divino

a la luz del mediodía.

Cubrió el tálamo mullido

un cartón abandonado.

Directo de la botella

bebieron fuerte licor.

 

La carroza campesina

los regresó muy cansados:

Él con el pecho crecido,

Ella con la blusa al revés.

 

Los destellos de sus ojos

eran testigos veraces.

 

De ese encuentro fortuito

que la vida le ofreció

guardará por siempre en su pecho

esta frase confirmada:

"En los brazos de ese hombre

mi cuerpo conoció

sólo éxtasis y delirio".