Siempre que estoy contigo
Es como entrar al paraíso,
El cielo es nuestro único cobijo,
Tus manos en las mías
Son la caricia divina,
Y cuando examino tus ojos
Dicen que soy tu motivo.
Tus labios son fruta fresca
Que siendo tan prohibida
La degusto en rico beso.
Hacer el amor contigo
Sobre el césped sin espinos
Es experiencia gloriosa,
Mi ser contigo se goza
Mientras tú, con sonrisa ruborosa
Te deslizas en mi cuerpo
Y entonces me quedo cierto
Que por ventura te tengo
En espíritu, alma y cuerpo.