Leviatán
con disfraz de beata de pueblo
espuma que coronas
un mar invisible,
desgarras en la noche,
convulsa, exorcizada.
Incineras la vda,
asesina de los dias;
dueles dolor,
eres luz y tiniebla
presente en todas las horas,
obstruyes el alma,
herida
que no cauterizas.
canta sirena
bordea el silencio
borra el instante
en que siendo viento
colgaste de la mirada
como gota de cristal
que no se rompe.
Taninim en vestuario de seda,
hagamos un viaje que nunca termine;
tribulación perenne de mi cuerpo,
esta guerra ya no tiene tregua
espiral y vertigo de estrellas
de las noches ausentes del sueño,
exquisita naturaleza muerta,
en vida, que se refleja
en los tumultuosos añicos del espejo
que devastaron las abruptas grietas de mi sombra.