Es prohibido, tener un amigo, amar, a quien es pobre, que vive de su trabajo.
No lo es, si tiene fachada de rico, un buen coche, oliendo a perfume, buena pinta, es bien venido.
Equívocos de una falsa verdad, de pensar que es más dinero que se va a tener.
No importan los sentimientos, la sencillez, la rectitud, la verdad. Nadie se acuerda de donde vino, quien fueran sus antepasados, el que solo piensa en bienes materiales, pronto olvida sus orígenes, no acepta los menos afortunados.
Lastima que así sea, pues la vida los enseñara que el dinero, es algo que hace falta, pero aun mas importante es ser honrado, trabajador e amigo de su amigo. Cortará el pan para que llegue a todos. Al contrario el perfumado, nada dará, solo él es importante el mayor.
Desilusión, malos tratos, traición, indiferencia, mezclado con su olor de perfume tendrán.
La juventud, así piensa. La culpa es de quien les ha dado todo, o malos consejos.
O será en el hambre de querer más. Me ha caído el alma al suelo, al oír de alguien que sin respecto, decía a su Madre que ella la había cambiado por un pie rapado. Si tuviere zapatos de charol e corbata no era cambio, era una alegría.
Como no era nada conmigo nada comenté, pero en mis oídos ha quedado el tono de su voz despreciativa.
Vi en los ojos de la Madre tristeza, dolor, incomprensión, no reconocía la hija. Un poco parecido ya me ha pasado, culpa nuestra de no haber obligado a estos jóvenes a sentir en la piel el sudor del trabajo. Solo nosotras sudamos e todo hemos dado. Que altivez, que falta de caridad, que falta de sentimientos, hicimos monstros, no paramos para pensar en lo que estábamos sembrando.
Cogí el brazo de la señora e sin decir nada marchamos.
No se pero seguro que sentada en su sofá a quedado horas pensando , como era posible que su hija fuera tan cruda e solo tenia interés, en dinero e que vale mas que todo.
Tapan la verdad, con palabras que no sienten, me he quedado pasmada, quería las platas, porque eran recuerdos, quería la casa porque también lo era.
Nunca había tenido ninguno interés, en nada, ahora como por milagro todo eran recuerdos, ¿de que? Falsedad, mentira, ganancia. Me sentí mal por mi amiga, con su trabajo había llenado la casa, ahora la hija quería mandar en lo que era de ella. Puños cerrados, avarientos, ladrones del ajeno, es lo que se tiene, por tanto haber sacrificado una vida entera. Aprendí mucho, me he dado cuenta que son una mentira, los hijos que tenemos.
Se porque están los asilos llenos, calles con bultos cubiertos de trapos durmiendo o muriendo al frío. Mienten como vendedores de promesas falsas, niegan lo que es realidad, a todos perdonan, todos son victimas, menos los Padres.
Esto fue de lo que me he dado cuenta en un triste e infeliz episodio, como observadora.
Seguro que a partir de ahora, nada de complacencia, de pena de remordimiento, si son doctores que trabajen en el campo le hace bien, si son ingenieros que cojan los cubos de cimiento e los carguen, si son economistas, que en vez de pensar que saben hacer cuentas, que las paguen, aun que sea fregando suelos. Sus Padres e abuelos lo hicieran e muchos han nascidos en cunas de oro.
Si alguna vez me he preocupado por los jóvenes, hoy no tengo sentimiento alguno. Mi pobre e sacrificada Amiga, no merecías tener un disgusto que nunca habías pensado tener de quien te debe la vida.
Con cuidado, la acompañaré e como pueda la sujetaré para que no perca la persona pobre que la quiere.
Mi amistad e cariño para ti amiga.
Oporto, 17 de Octubre de 2012
Carminha Nieves