ESMERALDA...

HISTORIA DE UN REENCUENTRO

Una tarde bien otoñal,

de bufandas, abrigos y paraguas

salí a la calle agotada, luego de mi turno laboral

y tomé un taxi que pasaba por el boulevar.

Indiqué la dirección al conductor

y seguí en mi mundo, mirando la agenda,

sobresaltada por algún que otro trueno

y refucilo al pasar... de repente me sorprendió

escuchar mi nombre en la voz del chofer

quien agregó:....¿aún le temes a las tormentas?....

Levanté mi mirada rápidamente,

me vibró el alma y hasta se me estremeció la piel

al ver por el espejo retrovisor

aquellos recordados ojos color miel.

Jugarreta del destino, cruzarnos quince años después,

ambos con significados cambios del tiempo transcurrido.

Me invitaste a  tomar  un   café   para celebrar el reencuentro

o mejor dicho para quitarte  la culpa,

decirme las palabras que envueltas en telarañas quedaron archivadas,

para saldar la deuda que dejaste en mí

 destrozandome el corazón y la ilusión del primer amor.

Enmudecida mi lengua, envenenada mi alma,

era yo hoy quién con el silencio me escapaba

de las redes que hábilmente tu palabrería arrojaba.

Algo pronunciaste que sacudió mi razón y fué un puñal clavado a traición

".....dejame ser tu amante, tenerte una vez más...."

eso despertó mi odio y lograste sacar lo peor de mí

indignada por tu desfachatéz te miré fijo

con ojos de asesina para matarte de una vez.

Entonces tragué mi llanto, rompió mi voz y habló el orgullo

....que pena, no cambiaste, tu ignorancia y falsa hombría

sigue intacta y una vez más no te ha dejado ver que tienes

delante de tí una verdadera mujer....

Te pagué el viaje y quise bajar, sujetaste mi brazo fuertemente

y me gritaste: "....perdoname, te amo, perdoname...."

sutilmente quité tu mano, y con mis dedos cayé tus labios

y me despedí con gran sonrisa diciéndote:

"....silencio, ya es muy tarde; yo no necesito amante, estoy muy bien;

en mi casa me espera un verdadero hombre

que sabe excelentemente amar, respetar y cuidar a una mujer....."

ESMERALDA