A veces pienso que nunca existió,
algunas veces contradigo mis fantásticas inventivas
y en ocasiones termino mis recuerdos con situaciones equívocas
y confundo el pasado con mi presente subdelirio.
A veces pienso que nunca existió
y maltrato mi reminiscencia de índole incentiva
al observar mudo la tiranía inequívoca
de mis palabras desconocidas e impropias, siempre en vicio.
A veces pienso que nunca existió,
algunas veces dudo sobre su realidad definitiva
y en ocasiones deliro sobre mis ideas recíprocas
porque tal vez y solo tal vez realmente nunca existió...